La nueva casa

Os decía el otro día que estoy en una nueva casa. Antes estaba con Angel Luis, que es uno que se dedica a criar pájaros (canarios sobre todo). Debía haber unos 1000 pajarracos, todos piando y armando jaleo. El nuevo sitio tiene más luz. Hasta ahora he constatado que viven tres humanos en la casa, además de mí. Uno es el que me pone de comer. Viene cada 10 minutos a ver si estoy bien. No se puede decir que pase de mí. Luego está otra, que parece ser su progenitora. Me habla a gritos, como si yo estuviera sordo. Es la que vino a casa de Angel Luis y me escogió. Se podía haber estado quietecita. También escogió a un pájaro rojo (este no era un canario, porque los canarios somos verdes, como todo el mundo sabe), pero por lo visto está enfermo y he venido yo sólo de avanzadilla. Para mí que el rojo se ha hecho el enfermo para no venirse, no sea que lo coman. Cuando estábamos en el jaulón, algunos contaban historias de que hay animales que se comen a los canarios. Parece un cuento de niños, así que no sé si creérmelo. Este por si acaso, se ha quedado allí. A ver lo que le dura el cuento.